¿Qué datos tenemos?

En Barcelona hay, como mínimo, 4.845 personas sin hogar. Desde 2008, los datos se actualizan de forma periódica (consulta el histórico de recuentos). Gracias a los recuentos, censos y encuestas, sabemos que:

  • 3.046 personas duermen en recursos públicos y privados de la ciudad (según el recuento de la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar, de mayo de 2021). Concretamente, 1.741 plazas se encuentran en alojamientos públicos y concertados y las 1.305 restantes forman parte de entidades sociales privadas.
  • Según datos municipales, 735 personas (adultas y niñas) viven en asentamientos informales en Barcelona, es decir, en solares y fábricas en desuso y locales con dinámica de asentamiento.

La encuesta que organizamos anualmente desde Arrels nos permite conocer la situación de las personas que viven al raso en la ciudad. En la última, realizada la noche del 10 de junio de 2021, entrevistamos a 289 personas que viven en la calle. Los primeros resultados muestran datos preocupantes:

  • Aumenta el número de personas que dicen haber sufrido una agresión, un 6% más que hace dos años.
  • La media del tiempo de vida en la calle llega a los 4 años y 8 meses, un dato preocupante que ha aumentado en comparación a 2019.
  • El 69% de las personas encuestadas se encuentra en una situación de vulnerabilidad alta o media.

Esta acción se enmarca en la campaña europea para acabar con el sinhogarismo, impulsada por la organización World Habitat, y nos ha permitido entrevistar a más de 1.400 personas entre 2016 y 2019. El informe Viure al carrer a Barcelona. Radiografia d’una ciutat sense llar analiza en profundidad los datos obtenidos durante los censos en Barcelona y los complementa con otros datos y con las reflexiones de personas que han vivido en la calle y de profesionales.

 

 

Vivir en la calle durante la pandemia

En la encuesta a personas que viven en la calle, organizada por Arrels el pasado 10 de junio de 2021:

  • El 27% de las personas encuestadas nos ha explicado que vive en la calle desde hace un año o menos, es decir, que ha empezado a vivir al raso durante la pandemia.
  • El 19% de las personas dice que ya está vacunada o que ha recibido alguna de las dosis de la vacuna contra la Covid-19; se trata de un porcentaje que en las últimas semanas habrá aumentado, ya que se ha empezado a vacunar a las personas sin hogar en diferentes centros, entre ellos Arrels.
  • El 59% afirma tener un estado de salud delicado y el 19% de las personas explica que tiene alguna enfermedad crónica.
  • Más información.

En 2020, dijimos adiós a 66 personas que vivían o que habían vivido en la calle en Barcelona y que murieron en el último año. Tenían una media de edad de 56 años; esto significa 26 años menos que el resto de barceloneses y barcelonesas que también nos han dejado.

 

¿Qué se está haciendo?

En Barcelona se trabaja desde hace años para luchar contra la problemática del sinhogarismo. Desde el año 2008, la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar (de la cual forman parte una trentena de entidades sociales, como Arrels, y el Ayuntamiento de Barcelona) organiza recuentos de manera periódica para saber cuántas personas duermen en las calles de la ciudad y poder dimensionar la problemática. Consulta el histórico de recuentos.

En el ámbito municipal existe también el Plan de lucha contra el sinhogarismo de Barcelona 2016-2020 impulsado por el Ayuntamiento con el objetivo de detallar las políticas a desarrollar para abordar la problemática del sinhogarismo.

A pesar de todos estos esfuerzos y los recursos empleados, el hecho de dormir en la calle no se considera una situación de urgencia en Barcelona y los retos aún son muchos. Es necesario ir más lejos, con políticas y recursos que miren a medio y largo plazo y, mientras, habilitar espacios en cada barrio para que las personas tengan un lugar seguro donde estar.

En cualquier caso, el objetivo debería ser dar estabilidad a la persona y que sepa que, una vez sale de la calle ya no volverá.