Cuando una persona deja de vivir en la calle necesita ocupar su tiempo y darle sentido. Muchas personas que duermen en la calle han trabajado, algunas de ellas trabajan en la economía informal y otras tienen un trabajo normalizado pero los ingresos son muy bajos y no se pueden permitir pagar una vivienda.
También hay personas que no podrán volver a trabajar porque vivir en la calle deteriora la salud; puede que no lleguen a ser independientes económicamente, pero sí que pueden hacer cosas útiles para recuperar habilidades y mejorar la autoestima.
El taller de Arrels nació en 2001 para ofrecer a personas que viven o han vivido en la calle un espacio donde ocupar el tiempo y volver a sentirse útiles. Se trata de un espacio reestructurador de la persona que permite también recuperar habilidades personales y sociales, mediante la realización de actividades artesanales: cerámica, carpintería, encuadernación… ¡Descubre nuestros productos en la tienda de Arrels!
Con una sencilla pieza metálica diseñada por Curro Claret, maderas que se recogen de la calle y ganas de crear, varias personas sin hogar construyen desde 2010 taburetes, lámparas y otros muebles artesanales.
El proyecto ha recibido premios y ha fabricado piezas para varias empresas.
Cada vez más personas que han vivido en la calle se ofrecen para echar una mano a la entidad. Algunos son mensajeros, otros ordenan el ropero o llevan ropa limpia a personas que conocemos y que están hospitalizadas. También hay personas que colaboran pintando y haciendo pequeñas reparaciones en los pisos de Arrels, mientras que otras ayudan con las tareas diarias del centro abierto, la llar o dan apoyo a compañeros de piso que tienen problemas de movilidad.
Cada una de las más de 4.800 personas sin hogar de Barcelona tiene su historia. Contarla a los demás significa sensibilizar de primera mano, acercar realidades desconocidas y romper prejuicios, pero también ayuda a salir de la invisibilidad y a sentirse útil. En Arrels, un grupo de personas comparten su testimonio con los medios de comunicación, los estudiantes que nos visitan y a través de redes sociales com twitter.
El arte es un gran motor para el cambio y también un buen aliado para mejorar la autoestima y fortalecer vínculos. Lo hemos comprobado a través del grupo de teatro, que se encuentra cada viernes para aprender, ensayar y crear pero sobre todo para compartir experiencias, reír y pasar un buen rato. En Arrels también fomentamos la creatividad a través del dibujo, el cine, la fotografía y varios talleres artísticos que permiten ocupar el tiempo de manera útil.
En Arrels, las personas vinculadas a la entidad participan en diferentes actividades durante todo el año: salidas a la naturaleza, visitas culturales, actividades de ocio y también las colonias de verano. Son oportunidades para romper la rutina y fortalecer vínculos de una manera diferente.
Gran parte de las personas que acompañamos en Arrels no se podrán incorporar al mundo laboral por motivos de salud o de edad pero, en algunos casos, esta posibilidad sí que existe. Arrels trabaja la inclusión laboral a través de la Fundació Mambré, impulsada con otras tres entidades sociales para promover alternativas laborales y de vivienda.
El equipo directivo de Arrels se encarga de dar apoyo al director en las decisiones ejecutivas de la entidad y mira siempre a medio y largo plazo. Está formado por profesionales de Arrels, personas voluntarias y personas que han vivido en la calle. Su experiencia al raso y en el uso de los servicios que ofrece Arrels es imprescindible para mejorar la atención.