En cada municipio

Propuestas  a todos los ayuntamientos y consejos comarcales

 

Once municipios catalanes han realizado en los últimos años recuentos para saber cuántas personas viven al raso en sus calles. En total, sabemos que 1.599 personas viven en la calle Badalona, Barcelona, Girona, Lleida, Mataró, Reus, Terrassa, Tarragona, Sabadell, Sant Adrià de Besòs y Santa Coloma de Gramenet. Estos once municipios acogen al 40% de la población catalana.

Conseguir #nadiedurmiendoenlacalle no puede hacerse solamente desde el ámbito local porque los motivos estructurales van más allá. Abordar la problemática desde cada municipio y comarca es, sin embargo, el primer paso. Listamos una serie de propuestas dirigidas a todos los municipios y comarcas catalanes. Algunas propuestas miran a corto plazo y pretenden reducir de manera inmediata el sinhogarismo mientras, de forma paralela, se impulsan otras alternativas para transformar a medio y largo plazo.

 

Medidas para acabar con el sinhogarismo

 

1.

Garantizar el derecho a la vivienda, más allá de servicios sociales.
El porcentaje de vivienda pública en Cataluña es insuficiente y las personas sin hogar tienen dificultades para acceder a ella. Pedimos más facilidades para que las personas sin hogar accedan a vivienda pública en todos los municipios catalanes, así como promociones habitacionales específicas para personas sin hogar en las ciudades más grandes.

 

2.

Promover el acceso a la Mesa de Emergencias.
La normativa de la Mesa de Emergencias de Cataluña establece que todas las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extraordinaria y de pérdida inminente de la vivienda, entre ellas las personas que viven en la calle, puedan acceder a una vivienda de alquiler social. Pedimos que esta cuestión se incorpore también en las normativas propias que tienen once municipios catalanes para no excluir a las personas que viven al raso.

 

Medidas inmediatas para paliar la situación

 

3.

Atender a las personas desde el propio municipio.
Es necesario que desde el ámbito local se vele por todos los vecinos y vecinas sin hogar y que se considere el sinhogarismo como una situación a atender con urgencia. La solución no es derivar a las personas a municipios cercanos mayores ni a capitales de provincia porque se desvincula a la persona de su contexto y se saturan otros sistemas de atención. Instamos a los municipios a dar una respuesta inmediata a las personas que empiezan a vivir en la calle.

 

4.

Organizar recuentos para dimensionar la problemática.
Los recuentos sirven para saber cuántas personas viven al raso en un territorio en concreto. Es una información que cada municipio debería saber para luego decidir qué medidas aplicar. Proponemos realizar recuentos en todos los municipios de Cataluña, que son 947. Para empezar, proponemos centrarnos en los municipios catalanes con más de 20.000 habitantes, ya que acogen más del 70% de la población catalana y proporcionaría una muestra importante para dimensionar la problemática.

 

5.

Abrir espacios pequeños en cada pueblo y municipio para que centenares de personas dejen de vivir en la calle.
Proponemos abrir espacios nocturnos, pequeños y ubicados por todo el territorio. El objetivo es ofrecer un lugar seguro donde pasar la noche y adaptarse a las necesidades de las personas (mujeres y personas LGTBI, con animales de compañía, con adicciones y/o problemas de salud mental, etc). Si tu municipio es pequeño o mediano, te proponemos directamente ofrecer vivienda a las personas. Las dos opciones son más económicas que abrir grandes equipamientos.

 

6.

Mirar más allá del termómetro.
Ciudades como Barcelona o Tarragona tienen protocolos propios para activar algunos recursos cuando la temperatura baja de los 5ºC o de los 0ºC. En la mayoría de los municipios, sin embargo, se siguen las instrucciones de la Dirección General de Protección Civil y se activan alternativas para las personas sin hogar cuando la temperatura es inferior a 0ºC. En todos los casos, se trata de acciones que se enfocan a la urgencia y que no tienen en cuenta las necesidades de las personas. Proponemos apostar por alojamientos estables y contar con equipos que, durante todo el año, acompañen a las personas y generen vínculos y confianza.

 

7.

Más coordinación y formación de los cuerpors policiales.
Las policías locales y los Mossos d’Esquadra deberían estar más formados en la realidad de las personas sin hogar y tener la información de todos los recursos existentes en los municipios para orientar a las personas. Prácticas habituales como tirar las pertenencias u obligar a la persona a trasladarse de sitio vulneran derechos. Es necesaria una mayor coordinación con las entidades y servicios sociales, ya que no se trata de un tema policial sino de atención social.

 

8.

Cumplir la ley y facilitar el padrón desde cada municipio y a todas las personas.
Todos los municipios catalanes están obligados por ley a empadronar a sus vecinos y vecinas, tengan o no un hogar. Proponemos acompañar en este proceso a las personas sin hogar desde Servicios Sociales para facilitar el trámite y ayudarlas a acreditarse. Cuando vives en la calle, es fácil perder o quedarse sin documentación y, sobre todo en el caso de las personas migradas, a veces es complicado recuperarla.

 

9.

Hacer accesible la información para evitar nuevos casos de sinhogarismo.
Desde nuestra experiencia, sabemos que muchas personas que están en riesgo de quedarse en la calle no saben dónde encontrar información y ayuda. Proponemos que desde cada municipio se informe a la ciudadanía sobre los mecanismos y recursos de prevención y ayuda.

 

 

Medidas en el contexto de la covid-19

 

10.

Los recursos de emergencia deben ser permanentes.
Durante el estado de alarma, varios municipios y comarcas de Cataluña fueron capaces de abrir rápidamente plazas de emergencia para personas sin hogar. Es una oportunidad para que las personas no vuelvan a vivir en la calle. Instamos a los municipios a acompañarlas con una mirada a largo plazo, no solamente en las situaciones de urgencia, y a ofrecer a las personas sin hogar alternativas que transformen su situación.

 

11.

Garantizar menús calientes a las personas que viven en la calle y abrir espacios diurnos de descanso.
Proponemos adecuar los comedores sociales con el aforo limitado permitido para que las personas puedan acceder y comer caliente. También proponemos abrir durante el día espacios pequeños y ubicados por todo el territorio donde las personas se puedan resguardar.