Propuestas al Ayuntamiento de Barcelona

 

En Barcelona, más de 1.200 personas viven directamente en la calle. Es el municipio catalán que acoge a más personas viviendo al raso y también la que ofrece más respuestas públicas y privadas, aunque insuficientes.

Conseguir #nadiedurmiendoenlacalle no puede hacerse solo desde un único municipio porque los motivos estructurales van más allá. El Ayuntamiento de Barcelona, sin embargo, sí puede poner en marcha políticas efectivas que reduzcan el sinhogarismo. Listamos una serie de propuestas al gobierno de Barcelona (y a los partidos de la oposición). Algunas propuestas miran a corto plazo y pretenden reducir de manera inmediata el sinhogarismo mientras, de manera paralela, se impulsan otras alternativas para transformar a medio y largo plazo.

 

 

Medidas para acabar con el sinhogarismo

1.

Garantizar el derecho a la vivienda, más allá de servicios sociales.
La vivienda pública en Barcelona no supera el 2% y las personas sin hogar suelen encontrar dificultades para acceder a ella. El Plan de Lucha contra el Sinhogarismo 2016-2020 proponía habilitar 150 viviendas siguiendo el modelo Housing First, un objetivo que no se ha alcanzado. Pedimos más facilidades para que las personas sin hogar accedan a vivienda pública, así como más promociones habitacionales específicas para personas sin hogar.

 

2.

Permitir el acceso a la Mesa de Emergencias.
La normativa de la Mesa de Emergencias de Cataluña establece que todas las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extraordinaria y de pérdida inminente de la vivienda, entre ellas las personas que viven en la calle, puedan acceder a una vivienda de alquiler social . Sin embargo, la Mesa de Emergencias Sociales de Barcelona no lo contempla porque tiene una normativa propia. Proponemos modificarla para no dejar fuera a las personas que viven al raso. El acceso a la vivienda tampoco debe estar condicionado por la falta de recursos económicos, el estado de salud de la persona y/o el consumo de tóxicos.

 

3.

Crear equipos de salud orgánica que visiten en la calle a las personas que viven al raso.
Para atender mejor a las personas y recuperar su vinculación al sistema sanitario proponemos crear equipos con profesionales de la salud orgánica que visiten a las personas directamente en la calle. En Barcelona, ya se hace en el ámbito de la salud mental. En este sentido, proponemos generar protocolos en los hospitales públicos para que no se dé el alta a ninguna persona sin garantizar que tiene un lugar a donde ir.

 

Medidas inmediatas para paliar la situación

 

4.

Abrir espacios pequeños en cada barrio para que centenares de persones dejen de dormir en la calle.
El objetivo es superar el modelo actual de albergues masificados y con lista de espera, ofrecer un lugar seguro donde pasar la noche y adaptarse a las necesidades de las personas (mujeres y personas LGTBI, con animales de compañía, con adicciones y/o problemas de salud mental, etc). Proponemos espacios nocturnos, pequeños y ubicados por todo el territorio. Desde Arrels, hemos comprobado que es una opción que funciona y que es más económica.

 

5.

Ampliar y fortalecer la atención en la calle.
El número de personas que viven en la calle en Barcelona aumenta año tras año y tres cuartas partes son personas migradas. Según datos del censo de personas sin hogar que realizamos en 2019, solo 4 de cada 10 personas que viven en la calle tenían contacto con algún/a trabajador/a social y habían recibido atención social. Proponemos ampliar los equipos que visitan a las personas directamente en la calle para detectar casos invisibles, intensificar el acompañamiento y conectar a las personas con los servicios que necesitan. Estos equipos también podrían incorporar profesionales de la mediación lingüístico-cultural.

 

6.

Mirar más allá del termómetro.
Año tras año llega el invierno y en Barcelona se activan medidas temporales que, cuando pasa el frío, desaparecen. Las personas sin hogar, sin embargo, no desaparecen. Proponemos dejar de centrar esfuerzos en la operación frío y resolver la problemática del sinhogarismo desde su globalidad, activando recursos que miren a largo plazo y apostando por la vivienda estable.

 

7.

Más coordinación y formación de los cuerpos policiales.
La Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra deberían estar más formados en la realidad de las personas sin hogar y tener la información de todos los recursos existentes en la ciudad para poder orientar a las personas. Prácticas habituales como tirar las pertenencias de la persona u obligarla a trasladarse de sitio vulneran derechos. Es necesario más coordinación con las entidades y servicios sociales, ya que no se trata de un tema policial sino de atención social.

 

8.

Modificar la ordenanza de convivencia para garantizar los derechos de las personas sin hogar.
Pedimos poner de nuevo sobre la mesa el debate sobre la ordenanza de convivencia ciudadana en el espacio público de Barcelona. La ordenanza no puede recoger la situación de las personas sin hogar como un problema de convivencia ni objeto de sanciones.

 

 

Medidas en el contexto de la covid-19

9.

Garantizar menús calientes a las personas que viven al raso.
La pandemia por la covid-19 ha empeorado la situación de las personas que viven en la calle, según los datos de la encuesta que realizamos en noviembre de 2020 a 367 personas que dormían al raso en Barcelona. La mitad de las personas explicaron que tenían dificultades para alimentarse con menús calientes (52%); el motivo son las limitaciones de aforo y el reparto de comida para llevar que se realiza desde la llegada de la pandemia. Proponemos adecuar los comedores sociales con el aforo limitado permitido para que las personas puedan acceder y comer caliente.

 

10.

Abrir más espacios diurnos para proteger a las personas.
El 47% de las personas que entrevistamos en noviembre de 2020 nos explicaron que tenían dificultades para encontrar lugares donde descansar durante el día. Desde el inicio de la pandemia, las personas sin hogar pasan más horas en la calle y están más expuestas a riesgos. Proponemos abrir durante el día espacios pequeños y ubicados por toda la ciudad donde las personas se puedan resguardar.