El 61% de las personas que viven en la calle en Barcelona llegadas de otro municipio han empezado a vivir al raso estando ya en la capital catalana


¿Dónde tuvieron su último hogar las personas que viven en la calle en Barcelona? ¿En qué municipios vivían antes de llegar a la ciudad? ¿Dónde empezaron a vivir en la calle? Hemos preguntado a las personas que viven al raso en Barcelona para profundizar en su trayectoria. Tres de cada cuatro vivían en otras ciudades y la mitad vino para buscar trabajo. El 61% de las personas que en su momento llegaron desde otro municipio, sin embargo, han empezado a vivir a la intemperie cuando ya vivían en Barcelona.

De manera habitual, en Arrels salimos a la calle para hablar con las personas que viven al raso y conocer su realidad. Solemos preguntar si tienen cubiertas sus necesidades básicas, el tiempo que hace que viven en la calle, si han sufrido agresiones o han necesitado ir al hospital. En noviembre de 2020, quisimos profundizar en su trayectoria, es decir, saber si habían vivido en otros municipios antes de llegar a Barcelona, ​​el motivo que las llevó a la ciudad y en qué momento y dónde se quedaron en la intemperie, entre otros. Los resultados los recogemos en el informe Viure al carrer en temps de pandèmia. Una enquesta a les persones que viuen al ras a la Barcelona.

¿De dónde vienen las personas que viven en la calle en Barcelona? Como ocurre en muchas grandes ciudades, en Barcelona viven personas que han vivido en la capital catalana y otras muchas que en algún momento de su vida migraron; con las personas que viven en la calle esto también ocurre. De las 367 personas que entrevistamos la noche del 26 de noviembre, el 13% nos explicó que siempre ha vivido en la capital catalana. Tres de cada cuatro personas, en cambio, han vivido con anterioridad en otros municipios catalanes (el 20%), en diferentes lugares de España (22%) o en otros países (34%). Sólo el 5% de las personas han explicado que antes vivían en algún municipio del área metropolitana de Barcelona, ​​sobre todo en Santa Coloma de Gramenet y en L’Hospitalet de Llobregat. En todos estos municipios donde vivían anteriormente, la mayoría de las personas tenía un alojamiento.

¿Por qué decidieron venir a Barcelona? La mayoría de las respuestas que hemos recibido tienen que ver con un motivo estructural: buscar trabajo. Así lo dicen el 49% de las personas que no han vivido siempre en Barcelona. Si nos fijamos en el género, representan el 38% de los hombres y el 33% de las mujeres; si nos fijamos en la procedencia, el 33% de las personas nacidas en un país comunitario y el 43% de las personas extracomunitarias que ahora viven en la calle en Barcelona llegaron buscando oportunidades de trabajo. Por edades, también representa el primer motivo entre los jóvenes de 16 a 25 años (68%) y en las personas de entre 26 y 35 años (41%).

Además de buscar trabajo, las personas con las que hemos hablado expresan querer alcanzar una mejor calidad de vida (25%) y reencontrarse con familiares y amistades (18%) como motivos importantes que en su momento las llevaron a venir a Barcelona. También destaca el hecho de que 4 de cada 10 personas que han llegado a Barcelona dicen haberlo decidido ellas mismas, y 2 de cada 10 por recomendación de familiares o amistades. Sólo un 1% de las personas se han marchado del municipio donde vivían y han llegado a Barcelona por recomendación de los servicios sociales.

 

¿Las personas que ahora viven en la calle en Barcelona han empezado a vivir en la calle en la capital catalana o en otros municipios? Como mencionábamos, un 13% de las personas que hemos entrevistado han vivido siempre en Barcelona y, por tanto, ya estaban en Barcelona cuando se vieron obligadas a vivir al raso, pero ¿qué ha pasado con el 76% de las personas que dicen que antes de llegar a la capital catalana vivían en otros lugares? El 61% comenzaron a vivir a la intemperie cuando ya estaban en la ciudad de Barcelona, ​​mientras que un 26% afirma que previamente ya vivían en la calle en otros municipios. Hay personas que, durante toda su trayectoria de vida en la calle, se han movido por diferentes lugares y han ido y vuelto de Barcelona, ​​pero un 51% afirma que no ha vivido en la calle en ningún otro municipio que no sea la capital catalana.

¿Cuánto tiempo hace que las personas viven en la calle en Barcelona? La encuesta que hicimos el 26 de noviembre del año pasado se dirigía a todas las personas que dormían al raso en la ciudad, pero detectamos una particularidad respecto a años anteriores: encontramos menos personas que hacía poco que vivían en el calle y sí más personas en una situación más cronificada. En consecuencia, el tiempo medio de estancia en la calle ha aumentado hasta los 5 años y 6 meses (el año 2019 era de 3 años y 5 meses). De todo este tiempo de vida en la calle, las personas nos han explicado que, en promedio, hace 3 años y 9 meses que están viviendo en las calles de Barcelona, ​​es decir: el 67% de su trayectoria de vida en la calle ha transcurrido en la capital catalana. También preguntamos cuánto tiempo hacía que no dormían una noche a cubierto, es decir, en un albergue, una pensión, una casa de amigos o conocidos o una vivienda ocupada, entre otros. En promedio, y como se ve en la gráfica siguiente, hace 2 años y 4 meses que las personas que entrevistamos duermen en la calle de forma continuada.

 

La situación administrativa, clave para acceder a derechos

Tener en orden la documentación personal como el pasaporte, el DNI, el certificado de ciudadanía de la Unión Europea o el permiso de residencia es esencial para empadronarse, tener asistencia sanitaria continuada, abrir una cuenta bancaria y acceder a prestaciones, entre otros. En el caso de las personas que viven en la calle, todo esto es más complicado, sobre todo en el caso de las personas migradas, que son 7 de cada 10 personas viviendo al raso en Barcelona. En el informe Viure al carrer en temps de pandèmia. Una enquesta a les persones que viuen al ras a la Barcelona hemos querido profundizar en estas cuestiones.

El 25% de las personas sin hogar que entrevistamos tienen nacionalidad española, un 28% proceden de otros países de la Europa comunitaria y un 44% de países extracomunitarios. En la práctica, únicamente el 27% de las personas comunitarias entrevistadas dicen tener el certificado de la Unión Europea y sólo el 11% de las personas extracomunitarias tienen permiso de trabajo y residencia. Los requisitos que se piden para regularizar la situación de las personas migrantes dejan fuera a la mayoría de las personas migradas que viven en la calle y las excluyen de poder acceder a derechos básicos.

En el caso del padrón -imprescindible para acceder al sistema de protección social, a la tarjeta sanitaria o a un alojamiento-, el 47% de las personas entrevistadas dicen tenerlo; de hecho, 6 de cada 10 de estas personas están empadronadas en la ciudad de Barcelona. El 31% de las personas que viven en la calle en Barcelona, ​​en cambio, explican que no están empadronadas y destacan como argumentos la falta de información (en el 15% de los casos), la falta de documentación previa (45% de los casos) y la negativa del municipio a empadronarlas (3% de los casos).

 

Propuestas para luchar contra el sinhogarismo

El sinhogarismo es una problemática compleja y de causas estructurales que hay que abordar de manera coordinada entre todas las administraciones. En el informe Viure al carrer en temps de pandèmia. Una enquesta a les persones que viuen al ras a la Barcelona recogemos una serie de propuestas que sobre todo se dirigen al ámbito municipal y catalán:

  • Atender a todas las personas que viven en la calle desde cada municipio. Tanto Barcelona como el resto de ciudades y consejos comarcales catalanes deben atender a las personas que viven en la calle en su territorio.
  • Abrir espacios pequeños en cada barrio para que, de manera inmediata, cientos de personas dejen de dormir en la calle cada noche.
  • Habilitar más espacios diurnos donde las personas puedan descansar durante el día y sentirse protegidas.
  • Mecanismos de prevención para que nadie pierda su casa -agilizando la burocracia e informando mejor a las personas sobre dónde ir a buscar ayuda- y más facilidades para que las personas que viven en la calle accedan a vivienda pública.
  • Simplificar los trámites para obtener la documentación básica y, de este modo, permitir que las personas que viven en la calle accedan a derechos como ir al médico con la tarjeta sanitaria, buscar trabajo o pedir ayudas sociales.
  • Más coordinación y formación de los cuerpos policiales para evitar prácticas habituales y que vulneran derechos, como tirar las pertenencias de las personas o hacer mover de sitio a la persona.

 

Más información:

Leave a Reply

Your email address will not be published.