En los últimos doce meses nos han dejado 69 personas que vivían o habían vivido en la calle en Barcelona. La más joven tenía 28 años y la más mayor, 88. De todas ellas, 17 murieron directamente a la intemperie. El 27 de octubre las recordaremos durante todo el día en la plaza Nova de Barcelona, en una iniciativa impulsada junto a otras 21 entidades. Os invitamos a participar.

Hacer visibles a las personas sin hogar que nos han dejado y sensibilizar sobre los efectos que tener que vivir al raso tiene sobre la salud y el derecho en la vida de las personas. Es el motivo que, desde hace unos años, nos lleva a recordar públicamente a las personas que vivían en la calle en Barcelona o que habían vivido y que han muerto en los últimos doce meses. Este año, será el miércoles 27 de octubre, entre las 11h y las 20h de la tarde en la plaza Nova de la ciudad; el acto central tendrá lugar a las 18h, cuando leeremos el manifiesto y recordaremos a cada una de las personas que nos han dejado.

La instalación recordará a Manel, María Belén, Janus, Lorenzo, Thai, María Pilar… En total, 69 personas, de las cuales 59 eran hombres y 10 mujeres. De media, tenían 55 años, es decir, han vivido 27 años menos que el resto de la población de Barcelona. La más joven se llamaba Amine y, con 28 años, murió a causa del frío mientras pasaba la noche al raso. La persona con más edad era Joan, que desde hacía tiempo vivía en una residencia.

De media, durante los últimos doce meses nos hemos despedido de una persona sin hogar en Barcelona cada cinco días. El 35% de las 69 personas que recordaremos vivía directamente en la calle. Una de cada cuato personas murió también directamente en la calle, mientras que un 41% murió en el hospital o en un centro sociosanitario con un estado de salud frágil.

No nos cansamos de decirlo: tener que vivir en la calle significa para la persona estar expuesta a riesgos durante todo el año y vulnera muchos derechos, entre ellos el derecho a la salud, a la vida y el recuerdo. De las 69 personas que este año recordamos, tres murieron a causa del frío y otra perdió la vida víctima de violencia.

En los últimos seis años, han muerto 349 personas que vivían o habían vivido al raso y que conocíamos desde diferentes entidades y recursos de Barcelona. Este año, nos unimos de nuevo una veintena de entidades y servicios: ACASC-Associació Ciudadana Anti-Sida de Catalunya, Ámbit Prevenció, Assis, BarcelonActua, Cáritas, CAS Baluart (ABD), centro de día Poble-sec, Dit i fet, el comedor social Gregal, Heura, el Hospital de Campaña Santa Anna, Lligam, Lloc de la dona, Lola No Estás Sola, Metzineres, Projecte Sostre, la fundación San Pere Claver, Santa Lluïsa de Marillac, Sant Joan de Déu, Suara, UTE-Primer la llar y Arrels.

Os esperamos el miércoles 27 de octubre. De momento, compartimos el manifiesto del acto:

Huellas contra el olvido

Enric, Narciso, Maria Belén, Manel, Rosario, Pere…

Hemos dado mil vueltas a cómo empezar esta carta y las palabras no acaban de salir o no se atreven. Quizás porque no queremos una carta para deciros adiós. Quizás porque vuestra huella ha sido tan profunda que todavía no sabemos cómo explicarla. Este año sois 69 y los momentos y las situaciones se amontonan en nuestra cabeza.

Tu energía y tu humor, Saida, nos han dejado huella. Y tu esencia, Lauren, todavía perdura. A menudo te recordamos, Moumar, con tu catalán perfecto y siempre diplomático. Y tú Vicente, todo un relaciones públicas, tanto que cuando fuimos a la plaza donde compartías horas con otras personas que vivían en la calle todo el mundo ya sabía que nos habías dejado.

Tímido y extravertido, paciente e impaciente, impulsivo y reflexivo… nos has marcado profundamente, Antonio, y estamos felices porque lo sabías. También disfrutamos contigo, Serafin, celebrando Navidad a pesar de que ya era el mes de abril. A ti, Eduardo, queremos decirte que guardamos tu guitarra hasta el final; y a ti, Marcos, que los vecinos y vecinas de Sants se preocupaban cuando no te veían. Enric, Manel, añoramos vuestra vitalidad, vuestras ganas de subir a un escenario o de hablar con estudiantes para explicar que vivir en la calle no es normal.

Sentimos vértigo cuando vemos que, de media, tenéis 55 años y que nos habéis dejado 27 años antes que el resto de barceloneses y barcelonesas. Sentimos indignación cuando dicen que Stefan tuvo una muerte natural, cuando en realidad murió de frío mientras pasaba la noche en la calle. Eso mismo os pasó a vosotros, Mohamed y Amine, ¿recordáis? Sentimos impotencia cuando sabemos que Marcin murió en la calle, pocos días después de que le dieran de alta en el hospital.

Vuestras muertes dejan marca y también nos dejan cicatrices, a nosotros, a los vecinos y vecinas de Barcelona y a todas las instituciones. Sois 69 y nos habéis dejado una persona cada cinco días. Sois 69 y 17 de vosotras habéis muerto directamente en la calle y otras 28 nos dijisteis adiós en el hospital o en un centro de convalecencia.

Tener que vivir en la calle significa estar expuesto a muchas situaciones de riesgo, los 365 días del año; deteriora la salud y acorta los años de vida. ¡Qué os vamos a decir!

Por eso hoy os queremos recordar, para haceros visibles a vosotros, a otras personas sin hogar que nos han dejado durante el último año y que quizás no conocíamos, y al millar de personas que todavía viven al raso. Reivindicamos el derecho a no morir en soledad, al recuerdo, a la vida, a tener un hogar. Para no volver a repetir los mismos errores que cometimos con vosotros.

Siempre os guardaremos en el recuerdo.

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