La crisis derivada de la covid-19 ha evidenciado a lo largo de todo el año pasado la importancia de tener un hogar y ha empeorado la condición de las personas que viven en la calle. Desde Arrels hemos atendido a más de 2.600 personas sin hogar en Barcelona, una cifra superior a la de 2019. El equipo de calle ha intensificado durante 2020 las visitas a personas que viven al raso y hemos detectado un aumento de la preocupación ciudadana por esta problemática.

Los datos que os explicamos a continuación son del año 2020 pero aún son provisionales. En marzo publicaremos los datos definitivos con la memoria anual.

Al incremento de personas durmiendo en la calle durante los últimos años y a la dificultad por acceder a una vivienda digna, se le ha sumado, durante 2020, la crisis sanitaria y social derivada de la covid-19. Desde Arrels, hemos seguido atendiendo a las personas durante los meses de confinamiento y estado de alarma, hemos tenido que limitar el aforo en algunos espacios y nos hemos adaptado a las medidas de protección para seguir acompañando a las personas visitándolas directamente en la calle, a través de nuestro centro abierto y en los diferentes alojamientos que gestionamos.

Durante 2020, hemos atendido a un total de 2.617 personas; se trata de una cifra ligeramente superior a la de 2019 y la cual significa un aumento del 47% si la comparamos con los datos de hace cinco años. De todas las personas a las que hemos acompañado, a más de 1.100 las hemos atendido por primera vez. El 88% de todas las personas atendidas son hombres y el 12% son mujeres.

En concreto, durante 2020 desde Arrels:

1.

Hemos visitado a más personas que viven en la calle y hemos intensificado el acompañamiento.

A lo largo de 2020, el equipo de calle de Arrels ha visitado a 671 personas de manera continuada, un 27% más que el año anterior. En el contexto de la covid-19, el acompañamiento en la calle se ha intensificado para saber cómo están las personas en una situación más vulnerable y cronificada y para detectar nuevas necesidades. Durante los meses de confinamiento estricto, desde Arrels también pusimos en marcha un equipo de emergencia paralelo que, cada noche, salía a repartir kits higiénicos y mascarillas a las personas sin hogar, además de comida y certificados para evitar multas y sanciones por no poderse confinar. A través de las rutas de emergencia visitamos a otras 496 personas.

2.

Hemos acogido a 2.138 personas en el centro abierto, adaptando los servicios y el aforo al nuevo contexto por la covid-19.

Durante 2020 hemos mantenido el centro abierto como centro para la estancia y el resguardo, especialmente para las personas en una situación más vulnerable. En el caso de los servicios, hemos tenido que reducir el número de duchas y servicios de higiene (con unas 500 personas que se beneficiaron durante 2020 con respecto a 958 personas en 2019). También ha bajado el número de personas que utilizan el servicio de consigna (455 en 2020 y 596 en 2019) debido a la limitación del aforo. Hasta 1.379 personas han usado el ropero de Arrels, más que el año anterior.

3.

Hemos asesorado presencialmente a casi 800 personas, la mayoría de las cuales no hacía mucho que vivían en la calle o estaban a punto de quedarse sin un hogar.

Muchas de estas personas vinieron a pedir orientación durante las semanas de confinamiento estricto porque tenían que dejar la pensión o habitación de alquiler donde vivían; durante los últimos meses del año, también hemos encontrado a personas que se habían quedado sin trabajo y no podían pagar la vivienda y que no habían recibido las ayudas sociales. Desde Arrels también las hemos orientado y asesorado sobre los recursos que existen en la ciudad.

4.

Hemos garantizado una vivienda estable a 235 personas y hemos acompañado intensamente en momentos de confinamiento y soledad.

La mayoría de personas a las cuales garantizamos una vivienda viven en pisos (sobre todo individuales pero también compartidos) y, durante el año 2020, 20 personas que conocemos han empezado a vivir en un piso. Para todas ellas, 2020 ha sido un año difícil porque han tenido que combatir mucha soledad, la cual hemos intentado paliar llamando más por teléfono y adaptando nuestro acompañamiento. En la residencia Pere Barnés —donde acogen a personas que han vivido en la calle y que tienen una salud orgánica y mental frágiles— hemos vivido momentos difíciles debido al confinamiento absoluto y a las restricciones por la covid-19. La residencia amplió el número de plazas en 2019 para acoger a 41 personas y, desde que empezó la pandemia, ha tenido todas las plazas disponibles ocupadas. Por su parte, el Piso Cero ha permitido a una decena de personas pasar la noche de forma segura a diario.

5.

Hemos detectado un incremento en el número de ciudadanos y ciudadanas que se ponen en contacto con Arrels preocupados por las personas que viven en la calle.

Durante la pandemia, hemos podido mantener la atención a las personas sin hogar gracias al apoyo de 423 personas voluntarias. Además de esta implicación en el día a día de la entidad, también hemos visto que la ciudadanía quiere echar una mano y se preocupa por las personas que viven en la calle. Durante 2020, hemos realizado más de 1.100 orientaciones a gente preocupada por otros vecinos y vecinas sin hogar, a personas afectadas por el sinhogarismo de forma directa y a otras entidades y administraciones catalanas. Asimismo, hemos recibido más de 4.500 avisos a través de la aplicación Arrels Localizador.

“Este 2020 ha sido un año muy difícil en el cual las personas que viven en la calle han sufrido mucho y han tenido más complicaciones. Desde Arrels hemos trabajado, por primera vez, en una situación de emergencia; hemos creado nuevas rutas para visitar a las personas que vivían en la calle durante el estado de alarma pero también hemos intentado minimizar el cierre de recursos y atender especialmente a las personas en una situación más cronificada”, afirma el director de Arrels, Ferran Busquets.

 

La pandemia agrava la situació de las personas sin hogar

La crisis por la covid-19 ha puesto en evidencia la importancia de tener un hogar y ha empeorado la condición de las personas que viven en la calle. Cuando aún estábamos en confinamiento y en estado de alarma, desde Arrels salimos una noche a la calle para saber cuántas personas vivían a la intemperie en Barcelona y contabilizamos a 1.239 personas. A finales de noviembre, volvimos a salir por la noche para entrevistar a las personas que viven al raso; hablamos con 367 personas que viven en las calles de Barcelona y 8 de cada 10 nos contaron que, como consecuencia de la pandemia, su situación empeoró o seguía igual.

Antes de la llegada de la covid-19, la red de recursos públicos y privados de Barcelona ya estaba saturada. Ahora, hay roperos que han dejado de funcionar, en los comedores sociales se entrega comida fría para llevar y la limitación del aforo hace que haya menos espacios donde resguardarse durante el día. El centro abierto de Arrels también se ha visto afectado, en este sentido, por la restricción en el aforo.

Desde el equipo de Arrels, hace meses que observamos un aumento en la frustración, ansiedad, estrés e impotencia entre las personas que viven en la calle a causa de la situación de pandemia y sus consecuencias. Es por eso que uno de los objetivos que nos planteamos como entidad este 2021 es acompañar más intensamente a las personas que viven en la calle, implicar a la ciudadanía y a las redes comunitarias y seguir buscando fórmulas de alojamiento para más personas.

En palabras de Ferran Busquets, “la pandemia sigue aquí y seguirá afectando a las personas sin hogar. Como entidad, tenemos que mantener los servicios que ofrecemos a las personas e ir más allá y ampliar la atención a las personas y el acceso a una vivienda estable”.

 

¿Quieres colaborar?

  • Desde la puesta en marcha de Arrels, hace 33 años, hemos atendido a cerca de 16.200 personas sin hogar gracias al apoyo de muchas personas. ¿Nos ayudas con un donativo?
  • ¿Tienes un piso para alquilar a un precio asequible? Te lo rehabilitamos y ofrecemos un hogar a alguien que lo necesite. Contáctanos: teléfono 935 514 834 o correo electrónico amics@arrelsfundacio.org. Aquí toda la información.
  • También puedes dejar tu herencia o legado a Arrels. Te puedes informar aquí.

 

Más información:

Leave a Reply

Your email address will not be published.