Llit al carrer sensellarisme

Una persona no llega a vivir en la calle de un día para otro. Los motivos son muchos y variados y tienen que ver con la misma persona o con la sociedad en la que vivimos. El hecho de tener que vivir en la calle significa estar en una situación vulnerable y hay diferentes factores que pueden hacer aumentar esta vulnerabilidad. Lo explicamos.

La entidad World Habitat impulsó en 2016 la organización de censos de personas sin hogar como herramienta útil para conseguir que nadie tenga que vivir en la calle en la Unión Europea. Desde entonces, 13 ciudades se han sumado a la iniciativa; en Barcelona lo impulsamos desde Arrels desde hace tres años.

El objetivo principal del censo es saber qué grado de vulnerabilidad presentan las personas que duermen al raso para saber cómo actuar, qué políticas implementar y qué recursos mejorar. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de vulnerabilidad? Destacamos diferentes factores:

  • Factores personales que incrementan el nivel de vulnerabilidad de la persona. No es lo mismo vivir en la calle desde hace años que desde hace días y la capacidad y habilidades que tiene cada persona para cubrir las necesidades básicas. También influye el hecho de tener una enfermedad física o mental, una enfermedad crónica, si la persona tiene una adicción o el hecho de poder tomar la medicación cuando el médico le ha recetado. El 41% de las personas encuestadas en el último censo de Barcelona, de hecho, expresan tener algún problema de salud física pero sólo el 44% afirma tener tarjeta sanitaria.
  • Factores familiares y relacionales. La relación con la familia y los amigos son un elemento importante para que cualquier persona sienta que forma parte de la sociedad y conforma las redes de apoyo y ayuda. En el caso de las personas que viven en la calle, la mayoría de las veces esta red se ha roto o no existe, lo que influye en la vulnerabilidad de la persona. El 32% de las personas encuestadas en el censo destaca la ruptura familiar como uno de los motivos de su situación en la calle.
  • Factores socioeconómicos que tienen que ver con la sociedad en la que vivimos. En el caso de las personas de otros países, su situación administrativa condiciona por ejemplo poder acceder a determinados recursos y dificulta que puedan mejorar su situación y dejar de vivir en la calle. Este factor es importante porque, según los resultados del último censo, el 67,3% de las personas encuestadas y que duermen en la calle en Barcelona proceden de países de la Unión Europea o son extracomunitarias y la mayoría afirman haber venido a buscar mejores oportunidades.
    En este tipo de factores también se incluye haber sufrido experiencias traumáticas o de abusos o que la persona tenga que abandonar un alojamiento por problemas de salud física, psíquica o por consumir droga o alcohol. Que la persona tenga que adaptar los recursos y no al revés dificulta el proceso de mejora e incrementa el grado de vulnerabilidad
    .
  • Factores políticos, administrativos y de protección social relacionados con las leyes y con el acceso a la justicia, a prestaciones sociales, a la vivienda, la educación, la sanidad, etc. No poder acceder a prestaciones sociales y no tener ingresos regulares; no tener documentación; no poder ir al médico con regularidad y tener que acceder sólo a través de los servicios de urgencias… son algunos ejemplos de este tipo de factores.

Cualquier persona que llega a vivir en la calle presenta una situación muy frágil. Si vive al raso es porque la mayoría de los hilos que la sostenían se han roto por motivos que tienen que ver con la persona pero también con el contexto social. Cuando la persona ya se encuentra viviendo en la calle, estos mismos factores pueden dificultar su recuperación, mermar la capacidad de resiliencia y agravar la situación de vulnerabilidad. Por eso, determinar este grado de vulnerabilidad es indispensable para abordar la problemática de manera eficiente.

Leave a Reply

Your email address will not be published.